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lunes, 26 de septiembre de 2011

EL OTOÑO...Y YO

Cuando mi marido me pide que escriba sobre algo, se me cierran las "meninges" y mis dedos no encuentran la tecla por la que tengo que empezar. "mira corazón" cuando quieras que escriba sobre un tema en particular, como el tema es tuyo y tú tienes la idea, coge el "ordenata" y lo vas castigando tú, ¿te parece bien amor? Bueno, después de la bronca, ya me encuentro con más ánimos para hablar del otoño.

La temperatura ya no es de treinta grados, las noches ya invitan a taparse en la cama y mi ánimo se abre como flor en primavera. ¿qué quieres que te diga? yo soy flor de otoño.

Mientras esperaba el autobús en la nueva estación de Alicante, ella soñaba despierta, ahora ya no tiene excusa, Carlos estará esperándome cuando llegue a Valencia, no espero que sea el primer día, pero se dará cuenta de que desde siempre le he querido, si sigo con los estudios de Bellas Artes, no es por mi familia, sólo lo hago, para estar con Carlos y él, sólo ve en mí a la compañera de piso ideal, pero el tiempo se le acaba y si antes de las navidades, no lo tengo en el bote, la que se dará "el vote" seré yo. Le daré todas las ocasiones que quiera y seré yo la que "lo lleve al huerto." Se terminó verlo tontear con todas las compañeras y de reírle las "gracias" yo no soy tonta.

Sólo faltan unos minutos para que el autobús haga su entrada en la estación de Valencia y Carlos se encuentra un poco ridículo con aquel ramo de flores, que su amigo Rafael le ha aconsejado. Ya es el tercer año que durante el curso, vivo con Aurora y creo que sólo me vé como al compañero de piso ideal, si en poco tiempo, no consigo interesarle, me veo repitiendo cursos, sólo para estar con ella ¿es que no me verá interesante?

Mientras Carlos le da mil vueltas a lo duro que es estar enamorado, el autobús está haciendo su entrada y los nervios hacen sudar el ramo entre las manos del pobre Carlos !Dios que guapa que es! baja del autobús Aurora, dejando un revuelo de admiración a su paso, nunca la facultad, había tenido una modelo tan escultural ni tan perfecta y esa misma perfección, hace que el joven con su ramo en la mano, se sienta hundido y un cierto rubor hace que sus mejillas digan lo que él no es capaz de decir. Al posarse sus labios en las mejillas de Aurora, el temblor hace que el ramo caiga al suelo y al ir a cogerlo, sus caras chocan haciendo perder el equilibrio al pobre Carlos.

Aun recuerda aquel día que Aurora le dijo que no le podía acompañar al baile, por qué Gerardo le había pedido que saliera con él y como Carlos no le había dicho nada...Los celos son alfileres y cuando te pinchan en el corazón o en el alma, nadie puede resistir que la persona amada te diga eso de "anda ya" y aunque irracional, la reacción de Carlos, fue la esperada por Aurora, aunque le cogió tan de improviso, que aun hoy ya casada y madre de dos hijos, cuando mira a Carlos, piensa ¿sería yo tonta?
pepa herrero

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