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domingo, 8 de septiembre de 2013

EL MURMULLO DEL VIENTO

Éramos buenos amigos, a veces me contaba historias, viejas historias de mar, de días negros, de amores…yo qué sé, éramos buenos amigos. Aquella noche, salimos a pasear, el cielo permanecía extremadamente negro, parecía que alguna tormenta se estaba fraguando entre el cielo y la noche, pero nosotros necesitábamos dar nuestro paseo cotidiano y no nos preocupó la noche cerrada. Salimos de casa y tomamos rumbo al Cabo de las Huertas, la gente fue más prudente que nosotros, todas las personas que encontramos en nuestro camino, iban de regreso a sus casas. Nosotros despreciamos las apariencias y no temimos que nada ni nadie, nos estropeara nuestro paseo nocturno. A lo lejos y muy dentro de la mar, una tormenta hacía encenderse las luces de la mar, esas culebrinas venenosas a veces, otras de maravillosos colores, se iban encendiendo a nuestro paso. Desde el “Talasio” fuimos paseando hacia “Cala Palmera” muchas noches, aprovechamos la luz de la luna para hacer el recorrido, hoy aunque con un poco de miedo a las lejanas culebrinas, seguía a mí marido, él disfrutaba de lo lindo y me hablaba del parecido de aquella noche, con aquella otra en “La Coveta Fumá” poco tiempo después, la tormenta fue cambiando su rumbo, grandes goterones empezaron a caer, por prudencia, desistimos de seguir con el paseo, pero lo pensamos demasiado tarde. Un viento frío y desagradable, hizo que nos caláramos hasta los huesos, el viento nos cortaba el rostro con cuchillos de agua fría, ¡ojalá no hubiéramos salido aquella noche!. La luz de aquel relámpago, más fuerte que todos los anteriores, hizo que mi marido viera aquella silueta, me hizo quedarme al leve resguardo de la pared de aquel chalet, (aunque ya no podía mojarme más) y sin hacer caso de mis súplicas, salió en busca de la silueta dibujada en el espacio entre dos matorrales por el relámpago, no había pasado mucho tiempo, cuando de nuevo apareció a mi vista, al parecer llevaba en su regazo un pequeño paquete con movimiento. Le pusimos de nombre “Milagro” luego dos días después, se produjo el milagro, de que paseando por el mismo lugar, mientras mi marido aparcaba el coche, yo leyera el cartel pegado en aquella farola.-Se ha extraviado “Riky” está en tratamiento por estar enfermo del corazón, sus dueños gratificarán a quien lo devuelva o dé noticias de él, al día siguiente llevamos a “Riky” a sus dueños, yo me quedé sin “Milagro” pero mí pobre corazón, ha mejorado mucho.pepaherrero

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