Era una bonita canción...Ya van subiendo los mozos con los corderos al
hombro...pero aquí no hay corderos, en todo caso, son cerdos. Cerdos sin
respeto, por la comida de los otros. Cerdos capaces de morder en el cuello de
sus contrincantes. Cerdos capaces de abrir la iglesia, para pedir el mal de los
otros...si el buen Dios se los concede. Pero Dios es puro y firme, no contesta
a peticiones ruines, ¡no! Dios ama a todos sus cerdos por igual y entre todos
hacen la piara.
Cuando el buen Dios, no les hace caso, llaman a la puerta de la
justicia. Y esto ya es otra cosa, ahí, ya existen los intereses creados y a
veces, no se puede decir ¡no! no se puede dar la espalda al cerdito que un día,
te dio de comer. Y empiezan a salir los Chaves y los Griñanes. O tal vez por
allá, los presidentes de Murcia o vaya usted a saber.
Hace muchos, muchos años, mi marido en Benidorm ya vivió esta misma
historia. Un aprendiz de político de la finiquitada U.C.D. fue imputado por
algo que no dijo, la noticia salió de un periódico de tirada provincial, que
todavía ejerce. Cada vez que había movida política, al buen hombre lo llamaban
a declarar. Luego otra vez a esperar, hasta la próxima.
Ya en sus Episodios Nacionales, ponía esta historia, el buen Don Benito
Pérez Galdós. Era el duelo, que de vez en vez sacaban, para después de varios
disparos al aire, el uno contra el otro y salvado el mutuo honor, se iban a
tomar unos vinos y....hasta la próxima.
Los cerdos siguen siempre su camino, se muerden, se pelean y luego
regresan a la porquera, donde juntos comen la sopa boba y conviven hasta la próxima
vez.pepaherrero