Y LOS SUEÑOS…SUEÑOS SON
1ª parte
Anoche, tuve un sueño. Y los sueños, sueños son. Soñé con Ximet y me contó una de sus historias. Me contó que había estado con la catifa voladora y con todos sus amigos en el mundo de los perros, me dijo que había estado con “Nuca” mi perrita Yorkshire y con “Leal” el perro lobo de la niñez de mi marido. Leal, fue el perro fiel y elegante que en Elda nuestro pueblo, causó la admiración de todos los que le conocieron. Su andar garboso cuando portando una cesta en la boca, se lucía por las calles de Elda, yendo a buscar su comida al matadero, donde se encontraba el carnicero al que la familia de mi marido, compraba la carne y que quería a “Leal” como si fuera suyo y al que trataba como a su mejor cliente. Sólo tuvo “Leal” un defecto, era enemigo de casi todos los gatos y a todos acosaba, hasta que habiendo llevado a uno de ellos hasta refugiarse en una ventana, al tiempo en que “Leal” saltaba para atacarle, su garra, impactó en el ojo del pobre perro, con el triste resultado de que su ojo quedó en la garra del felino.
Después de muchas curas y de intentos por salvar el ojo del perro, el veterinario, decidió, que era necesario operar al perro y aunque la operación fue grave y peligrosa, lloraba el veterinario al ver que el perro sólo se defendía del daño, lamiendo la segura mano que le dejó con un solo ojo, lo que no fue impedimento, para que siguiera siendo el más elegante y valiente de todos los perros de Elda.
Para no hacerme muy pesada, mañana, les contaré la historia de “Nuca” de quien mi marido y yo fuimos esclavos durante diez años y a quien quisimos tanto como ella a nosotros y de quien su amiga Elena, se enamoró nada más verla.
pepa herrero
martes, 18 de enero de 2011
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