Señora hija de la gran pu...erta, por la que saldrá la ruina de los jubilados a los que usted invita a darse la gran vida con sus cuentas y sus cuentos. Por mucho que su Sr. padre, la Bañe con los perfumes del hambre y la miseria, que nos está trayendo a los jubilados. Lo menos que podría hacer, es ser algo respetable con quien a usted, lo único que han hecho, ha sido llamarla por su nombre y con todo el cariño, que tan alta dama se merece.
Desde hoy y para siempre, le prometo que mi desprecio, estará siempre con usted, el mismo que el que usted nos da a todos los jubilados. Entiendo, que su vida, sea dura y miserable, pero eso no le permite menospreciar, a las personas dignas y que con sus pagas, han llegado a hacer el sacrificio de dar comida a otros miembros de su familia, por lo que llegan a estar orgullosos de los sacrificios hechos...más o menos, lo mismo que usted.
No tenemos la suficiente dignidad, como para comprender el esfuerzo que tiene usted que hacer, para dirigirse a esta chusma, pero dignidad por dignidad y chusma por chusma, usted merece mi desprecio y mi adiós hija de pu...erta, por donde sale el dolor de personas que la desprecian
jueves, 1 de febrero de 2018
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