Manolo llegó al país vasco cuando apenas era
un niño, desde el primer día que llegó, su camino se fue abriendo, era simpático
y muy trabajador, siempre estaba dispuesto a ayudar a los vecinos. Los
personajes de la zona eran muy simpáticos y siempre tenían en la boca, aquellas
palabras, que aún no conociéndolas, a Manolo le sonaban bien cuando con toda su
simpatía los vecinos le pedían su ayuda...ven para acá txakurra, Manolo siempre
dispuesto a ayudar y a ganar unas pesetas, estaba dispuesto a servir a aquellas
buenas personas.
Pachi, Aitor, Joseba.
Ainhoa, Naroa, Garbiñe...eran tantos los nombres que Manolo conocía, tanto de
niños, cómo de niñas, que pensaba que no llegaría a poder conocer a todos los
niños del pueblo. A él, unos le llamaban txakurra, Monono, Pipiolo y algunas
otras palabras, que al principio, fueron los nombres que le daban sus amigos.
Poco a poco, las
amistades, se fueron perdiendo, cada día era más difícil hablar con los amigos,
ellos preferían estar en las ikurriñas, sus charlas se iban tomando colores de
personas mayores. Eso era lo que les gustaba a los niños, estar escuchando a
los mayores y darse cuenta de lo valientes que eran, al estar dispuestos a
terminar con todos los forasteros, llegados de cualquier sitio del resto de
España.
E.T.A., se fue haciendo
grande, el vasco, cada día se cerraba más a cualquier persona que no hubiera
nacido en el país vasco. Todos estaban de acuerdo que los no vascos, por lo
menos eran txakurras despreciables a los que para lo único que interesaban, era
para hacerlos pagar sus cuotas y darles palizas o bien amenazarlos a ellos y a
sus familias.
Manolo, era fuerte y no
tenía miedo, pero la cosa se iba poniendo cada día peor, llegó el momento, que
le dijo a su madre, que deberían irse del país vasco, para evitar que les
hicieran daño, o que además de eso, los pudieran denunciar, cosa que hacían a
menudo y los guardias llevaban las denuncias al Juzgado y al parecer, siempre
tenían razón los vascos, así es que llegados los años ochenta, con todo el
sigilo para que nadie se enterase, una noche con un camión traído de Barcelona
y sin que nadie se diera cuenta, abrazando a su madre y mientras ella lloraba
pensando en la tumba de su marido, fallecido al poco de llegar al país vasco,
hoy su pensamiento estaba en el espíritu del hombre que salió de aquella su
Galicia, pensando que podrían conseguir una nueva vida, para ellos y su hijo,
que pronto sería un hombre y le podría ayudar a hacer una vida para los tres.
CHARNEGOS
EN BARCELONA
Don Manuel García
López. Padre de dos hijos y una niña estudiante en la Universidad y orgullo de
toda la familia, no llegaba a comprender la forma de pensar de sus hijos, ellos
nacieron en Barcelona y estaban orgullosos de ser catalanes, pero Don Manuel, seguía
siendo gallego y aunque casado con una buena señora (si bien, nacida en Andalucía)
por lo que sus mismo hijos, le gastaban la broma de que era charnega (cosa que
al esposo, no le caía nada bien, pues en ninguno de sus sitios en los que había
visto crecer a los niños, él siempre se había sentido gallego y español, pese a
los que le venían a pedir favores y luego se consideraban muy catalanes.
El tiempo fue pasando,
Don Manuel ya achacoso y cerca de los ochenta, no podía comprender, el odio que
entre sus hijos, había nacido. Después de terminar la carrera, la niña se hizo novia de Rafael, al poco tiempo,
decidieron irse al Senegal, a veces a Don Manuel, le llega una corta carta de
su hija, al parecer todo les va bien, trabajan mucho y si todo les sale tal y
como pretenden el año que viene, quieren hacerlo abuelo...ABUELO...te imaginas
papá...¡TÚ ABUELO...!
Las lágrimas hacen que
no llegue a ser tan feliz, como le podría hacer su hija... al parecer, cada uno
de sus hijos, han tomado un camino distinto, Manolo, el mayor de los tres, se
casó y se dedicó al transporte, hasta hace poco tiempo, las cosas le iban bien,
la empresa cada día era mayor y el negocio le funcionaba viento en popa.
Pero...El tiempo está cambiando en Barcelona y en general en todo el país
catalán, ni entre hermanos se ponen de acuerdo. Y no es raro, que entre los
mismos hermanos, surjan discusiones. Ximo, hace varios años que ha optado por
decir, que Cataluña no es España y al parecer, obliga a su hermano, a cotizar y
a ayudar al partido, bajo la amenaza de poder perder alguno de los camiones.
Al parecer, los
partidos rebeldes, han decidido hacerse independientes y Ximo, es uno de los que
más duros actúa. Al parecer, piensan llevar al pueblo a levantarse y declarar
la independencia de Cataluña, quieran los demás o no. Los más exaltados, hablan
de salir a matar o a morir, piensan que la policía abusa de ellos y ellos los
quieren hacer salir de Cataluña, nadie está de acuerdo, con lo que tienen que
hacer, nadie sabe quién es el que tiene que mandar todas las fuerzas y al
parecer, el gobierno español, ha decidido declarar el articulo 155 y tomar las
calles catalanas por el ejército y las fuerzas del orden...Don Manuel García
López, ha recibido la noticia, su hijo Ximo, ha muerto como un héroe, el
partido le va a conceder una medalla y van a hablar con todas las naciones de
Europa, para que se pongan a favor de ellos y concedan la independencia, los
españoles, son unos asesinos y...en el periódico de hoy ha salido una esquela:
HA FALLECIDO DON MANUEL GARCÍA LÓPEZ al parecer de un infarto después de
disparar contra su hijo, al amenazarle con que si su hermano no entregaba al
partido todo lo que tenía, (se lo cargaría, por amor a CATALUÑA)
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