Por la mañana temprano,
los niños hacían estallar los petardos. Los churros y los buñuelos les hacían
disfrutar de aquella feliz mañana, se acercaba el día de San José, las calles
de Valencia, eran todas un gran pasaje por donde los valencianos y los visitantes
disfrutaban de unos días increíbles.
En nuestra ciudad de Alicante, los Pepes y
demás festeros, hacían llegar de madrugada, el día víspera de tan querido
evento, hacía refulgir un día que al principio, parecía que se iba a celebrar
con lluvias y con truenos, pero San José, estaba preparado, él no consentiría
que en sus fiestas más queridas, sus fallas más queridas, no se tenían que
mojar. Así lo decidió y así lo hizo.
A las nueve de la
mañana de un día de marzo, la ciudad relumbró de flores y truenos, todos
esperaban ver llegar el día de San José, todos deseaban ver llegar el nuevo día
y sus corazones retumbaban, algunos llegados de Alicante, cantaron en sus
adentros...A la luz de les foguerees...abaniquen les palmeres...sus corazones,
haciendo fiesta con los valencianos, llevaron hasta el Alicante del alma, el
deseo de que pronto llegará el mes de junio y pronto, los valencianos, vendrán
a disfrutar con nosotros.
MAÑANA SALDRÁ EL SOL Y
NUESTROS CORAZONES, VOLVERÁN A CANTAR...VISCA ALACANT¡¡¡
No hay comentarios:
Publicar un comentario