Según dicen nuestros gobernantes, esto
va mucho mejor. Hoy, le ha apetecido a mí marido, ir a dar un paseo por las
avenidas del barrio. La conclusión a la que he llegado, es que nuestros
prohombres, tienen toda la razón, vamos mejorando.
Al salir de casa, mi marido ha querido
enseñarme la farola donde un niño pudo electrocutarse (o morir de una paliza
del padre.) Cara de pocos amigos puso el buen señor, cuando mi marido le dijo al
niño que era muy peligroso meter el pié en aquel hueco, luego la reacción fue
coger al niño de un tirón y apartarlo de aquella trampa de la que el niño y
nuestros encargados de la seguridad vial, no tienen ni idea. Pero como no es difícil
que un mal día, alguien pueda sufrir un grave accidente, aquí dejo la denuncia.
¿Alguien leerá esas líneas.?
El día acompaña al paseo, llevando
mucho cuidado con los cristales de botellas rotas, las bolsas vacías de plástico
donde antes encerraron a las rotas botellas. Las hojas muertas, las cacas de
los perros y los perritos. La falta de urbanidad de los dueños...¡sí! ¡sí! ya sé
que no son todos, pero son tan pocos los que miran por sus conciudadanos...yo
creo que son más los que miran a ver si no los miran, y pueden pasar sin
llevarse el paquete...algún que otro ciclista a toda marcha por encima de las aceras...
Un poco más adelante a la sombra de los
contenedores de basura, muebles rotos, colchones viejos y otros muchos
pertrechos ya en no muy buen estado, nos daban a entender la buena marcha de
nuestro país, que suerte tienen aquellos que pueden cambiar de muebles,
mientras otros lo único que pueden hacer, es ir hasta los contenedores y romper
los enseres tratando de aprovechar lo que de ellos se puede...esto, también
habla por sí sólo de la desidia de los encargados de la limpieza, buenos para
cobrar y para declararse en huelga llegado el momento, pero inútiles totales a
la hora triste del trabajo.
...Y volver...volver...volver. A pensar
que los que mandan, no mandan nada. Que los que quieren mandar, seguramente,
querrán hacer lo mismo que los que están ahora. Y a todo esto, la escusa que
nos ponen, es que no hay dinero para más. Pero ellos se olvidan, que el dinero,
se lo han llevado ellos y nos lo tienen que devolver y pagar con cárcel y
castigo todo el daño que han hecho.
Las vueltas que da la vida, son vueltas
de un carrusel y todos los chorizos que en el mundo han sido, tendrán que pasar
una y mil veces por la máquina de capolar y lo único que de ellos quedará, será
el regusto a podrido de un genero malo y sin ningún provecho...pepaherrero
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