Sobre el tejado de aquel tonto helicóptero que un mal día los tiró,
ella sonrió a Don Mariano, para levantarle la moral y que no llorase...vamos
Mariano...esto pasa en las mejores familias...
Ella no tiene miedo, el miedo huye de ella, ella, es mucha ella.
Descubrió la trama Gürtel, denunció a todos los malos, fue azote de los que se
querían casar siendo del mismo sexo, ella, siempre está en el bando de los
buenos y como siempre ha quedado probado, siempre se ha rodeado de gentes
fieles y competentes.
Y ahora, don Mariano, quiere engañarla...venga don Mariano...eso no se
hace, cuando usted llegó a la política, ella ya venía de vuelta y usted lo
único que aprendió de ella, fue a no respetar al señor Gallardón.
Tal vez, usted no se da cuenta de lo difícil que se lo va a poner la
señora Aguirre de las Españas, quién un buen día dijo que se marchaba de la
política apoyándose en un cáncer, lo mismo que se podía haber apoyado en
cualquier monseñor, pero a la vista de lo mal que lo hacen sus compañeros sin
su sabio consejo, ha decidido volver de nuevo al sacrificio...¿o no será una
venganza contra los que osaron intentar ponerle una multa de tráfico.?
Como ella siempre ha sido honrada y limpia cual chorros del oro, no me
cabe ninguna duda, que aunque será casi imposible, poner más alto el listón de
lo que ya lo ha dejado la Botella, a quien Dios guarde a su marido en la gloria
para siempre, para que en su larga y venerada sombra, este país se siga
haciendo grande y rico con la ayuda de doña Espe.
¡No te empeñes compañero, esto no tiene solución, se hincharán ellos
los primeros y los otros al montón.! ¿Qué podemos esperar de unos
politiquillos, que no saben respetar a sus contrarios y que a su vez, tampoco
se ganan el respeto de los otros partidos? dicen no sé qué encuestas, que los
Españoles somos los más blandos a la hora de defender sus intereses, pero la
verdad es que cada día que pasa, la gente está más indignada y pierde el miedo
a llamar por sus nombres a los que teniendo que estar colgados (por chorizos,)
pasean sus vergüenzas por las puertas de los Jueces, antes se les miraba con
estupor, no dando crédito a lo que se decía, ahora, se les llama por sus
nombres y a falta de poder dar unas palmaditas a ellos en sus duras espaldas.
aprovechan que lucen sus humildes coches y no les importa que las gentes, se
ceben con ellos. pepaherrero.
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