Hoy, como muchos días, he puesto la cuatro de la caja tonta y me he
encontrado con la señora Aguirre, (prepotencia y salero del P.P. entero.) Se
quejaba la Doña, que los policías de "su" Madrid, dijeron cosas que
no eran ciertas en su affaire automovilístico. ¿Todo lo que usted dijo en la
sede Judicial era la verdad verdadera.? Se lo pregunto, porque a mucha gente,
al parecer, le ha pasado lo mismo con los señores de uniforme...Y es que cuando
se tiene la sartén del mango...Pues eso...¿Si usted llega a mandar en los
madriles,? ¿cortará este mal rollo? ¿pondrá a quién se pase, de rodillas y cara
a la pared? ¿o serán tiempos nuevos y no se abusará de los ciudadanos.? Le
deseo de todo corazón, que la Justicia dé la razón a quién la tenga.
Después, esta mujer, ha tocado la fibra de todos los españoles de bien
y la temperatura ha llegado cerca de los cuarenta grados...Pues claro que tiene
usted razón, aunque su discurso de defender a los sin techo, ha estado un poco
espeso, tiene usted razón (y toda la razón) cuando se queja, de la mala imagen
que dan dentro de los envases en los que tapan su frio y su identidad, huyendo
de los que estarían dispuestos si los conocieran, a darles grandes trabajos que
ellos por nada del mundo querrían aceptar.
Los mendigos, lo son de motu propio y por puro placer. Ninguno de ellos
estaría dispuesto a trabajar por un sueldo digno, que a su vez los sacara del
arroyo. Y para que no asusten a los turistas, deberían estar encerrados en
campos anti-mendigos.
No se le ha pasado por la cabeza, a la buena señora, qué el primer
obligado a atender a quién no se puede valer por sí mismo, es el Gobierno,
antes que nada, está su obligación de atender a los necesitados, pero para eso
tendría que diferenciar a los posibles "profesionales" y a los
verdaderos necesitados, a los "profesionales" ofreciéndoles trabajos
obligatorios a cambio de salarios y a los necesitados de ayudas, con cariño y
profesionalidad. Si en vez de ofrecer ayudas a cambio de lazos que los aten a
los gobiernos, ofrecieran trabajo que pudieran desarrollar y de paso empezar a
hacer grande el país, para que los turistas, no se sientan ofendidos, por ver
la miseria en la calle, otro gallo nos cantaría.
De paso, el Gobierno, debería hacer una Ley por la que ningún partido,
pudiera criticar o hablar mal de otro. Si alguien puede decir lo que han hecho
mal, estos tendrían que ser los Jueces (Que a su vez, tendrían que ser y estar
libres de la fuerza de los partidos) mientras no pensemos en los
demás...pepaherrero
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