Sólo era un pesquero ruso; de nombre Oleg Naydenov, reposaba
tranquilamente en el puerto y de pronto el olor a quemado, dio el grito de
alerta...fuegooo....fuegooo...No tardaron nada en llegar los bomberos y al poco
tiempo, ya tenían controlada la situación. Si aquel trabajador del puerto, no
hubiera dado la voz de alarma, tal vez, otro gato nos hubiera cantado. El grito
asustó al personal, asustó a las ratas y asustó a los ratos, todos salieron huyendo,
las ratas saltaron por la borda del barco, los ratos y sus amigos, no sabían dónde
meterse.
Cómo siempre, la liaron parda, una vez controlado el fuego, alguien
propuso llevar el barco a dar un paseo, pero con las prisas, no pensaron que lo
mejor, sería quitar de los tanques la pesada carga del fueloil que ya está
contaminando las playas, ¿tendremos otro Prestige rondando nuestras costas? y
es que no aprenderemos nunca la lección que nunca estudiamos y la jugada se
repetirá una y mil veces, pero cómo no llegamos a saber el porqué, no sabremos
nunca ni el cuándo ni el cómo, ni el por donde. Aunque al ciudadano de a pié,
el por donde, siempre viene a ser por el mismo sitio.
A los pocos días del hundimiento, se encontraron unas maletas a la
deriva cargaditas de dineros, las ratas nadaron hacia las costas, los ratos
buscaban otras islas en las que poder refugiarse a esperar tiempos mejores.
Mientras nadaban con todas sus fuerzas arrastrando tras de sí la pesada carga,
los ratos rumiaban negras venganzas...¿cómo se puede perder el respeto a quién
tanto se sacrificó por su patria? y es que la vida, es así de ingrata.
Mientras tanto, a los amigos de los ratos, ya
se les ha olvidado que un día lo fueron, hoy lo único que desean, es que se ahoguen
y se mueran, para así, no tener más problemas con ellos.
Monseñor Montoro, en su homilía de cada día, lo repite con fervor...señor,
señor, que me quede como estoy...y es que cuando las barbas de tu vecino veas
afeitar, pon las tuyas a remojar.
En esta vida moderna, el mismo que ayer te ensalzó, hoy no se acuerda
de tu nombre y te prefiere antes muerto que sencillo...hay que sencillo, hay
que...pepaherrero
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