Como cada 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, el Teatro Castelar fue ayer el escenario de la representación del Don Juan Tenorio o dos tubos un real, texto del eldense Emilio Rico Albert, que se apoya en la obra de El Tenorio de Zorrilla.
Este año la representación era especial para el grupo de actores de la Junta Central de Comparsas de Moros y cristianos, que ponen en escena la obra. Se cumplen 90 años de su estreno.
La obra es una sátira de la vida social, política y cultura de la ciudad, en el último año. Cada vez, el grupo de actores intercala toda clase de 'chascarrillos' y 'cantables' entre el texto original de Emilio Rico Albert. Con grandes dosis de humor, hacen una nueva lectura de todos los acontecimientos y noticias recogidas por los medios de comunicación durante el año, que está a punto de cerrarse.
Como en el de Zorrilla, los personajes protagonistas son Don Juan, La Inés, Brígida y Don Luis, interpretados en esta ocasión por renovados actores. La Inés, interpretado por Juan Sanchiz Esteve, 'El diligente', la Brígida, por Francisco Juan Martínez, 'El bolicas', el Don Juan, por Isidro Juan Gallardo, 'El multiobras', y el Don Luis, interpretado por Rubén Alfaro Bernabé, 'El rojico'. Y es que en los últimos años se está produciendo un cambio generacional en la representación de esta tradicional obra eldense.
El público, como todos los años, respondió y dio su apoyo a los actores de El Tenorio eldense, llenando el Teatro Castelar en las dos representaciones, de tarde y noche, que ofrece la Junta Central de Comparsas.
Tras 90 años de representación, el texto de Emilio Rico sigue teniendo vigencia y se ha convertido en una tradicional navideña de los eldenses.
Difícil es saber si aquel grupo de teatro de aficionados, ni tan siquiera el propio autor, eran en aquellos momentos conscientes de lo que aquel estreno iba a significar con el tiempo para la vida cultural eldense. Es indudable que el fenómeno cultural que representa la obra para los eldenses y que va perdurando en el tiempo, tiene su porqué, en el texto que escribió Emilio Rico, que salvando generaciones, año tras año, conecta perfectamente con la idiosincrasia local, a través de sus ingredientes críticos y socarrones que le dan actualidad, con las sorpresas del "Fin de fiesta", y sobre todo porque el guión sigue manteniendo su frescura, especialmente en determinados pasajes donde sistemáticamente el público ha reído, ríe y seguirá riendo, siempre que se mantenga la tradición de representarla.
GRUPO DE TEATRO DE LA JUNTA CENTRAL
Esto es “algo” de lo que dice Internet y a esto yo le agrego: Era tan niña que casi se me ha borrado de la memoria, cuando llegaba “El día” y siempre en primera fila, mi padre, me dejaba en manos de mi hermana Libertad, mientras él, vestido de Doña Inés, bordaba su papel en el escenario…Y recuerdo con que encanto cantaba aquel cuplé de “La Saritisima”…Lo vi por la calle…Pasó por mi vera…Me dijo hay mi vida, si yo te cogiera…¿Qué harías Juanito?…Le dije bajito…Cogiome del brazo, agarrome el pescuezo y sin más comentario, va y me espolsa un beso…De burradas cinco mil por minuto y la función, se va desgranando paso a paso con las actuaciones de sus personajes (todos varones) D. Juan-Dª Inés-Brigida-El Comendador-D.Diego-D.Luis Mejías-Butarelli y Chutti. Con que gracia desgranaban los aconteceres de mi pueblo laborioso y culto, ese grupo de amigos que no teniendo bastante, con los problemas de las fiestas de moros y cristianos, ponían en boca de estos “actores” las mil y una anécdotas jocosas, que en mi pueblo sucedían. Qué suerte tuve, de ser niña en aquella época. pepa herrero
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