lunes, 14 de enero de 2013
OTROS TIEMPOS, OTROS DIOSES
Cuando aquellos hombres se dieron cuenta que el sol seguía saliendo por el Este y se había cambiado su rumbo, todos sabían sin consultar con los “Mendrakas” que la era había concluido. Algunos, hicieron sus zurrones y emigraron siguiendo la nueva ruta del sol, el primer día, se puso por el Norte, pero el segundo y el tercero, el sol se escondió por el Suroeste, aquellas nuevas generaciones, que trataron de dar un nuevo sentido a los designios sagrados, terminaron por no encontrarse en ninguna parte. Y allí en medio de ningún sitio, se dieron cuenta, que no podían seguir por más tiempo a aquellos jefes que con tanta seguridad, les habían prometido, que pronto encontrarían el mundo de la felicidad.
Cuando se decidieron a hablar con ellos, se dirigieron hasta la carroza donde viajaban, al principio, les concedieron audiencia, pero cuando supieron lo que querían, mandaron a formar su guardia y por la fuerza bruta, obligaron a sus seguidores a seguir el camino y a buscar la comida que necesitaban todos los días.
Cada día, les exigían más y más. Cada día, comenzaba con nueva leyes siempre contra los que no podían subir a las carretas y mientras los cazadores trabajaban buscando piezas que aportar, de las que no podían comer nada y los “campas” conocedores de su oficio, recorrían las llanuras en busca de verduras, tubérculos, frutas y ensaladas, alrededor de las carrozas, iba naciendo un nuevo mundo, el oro y las joyas, eran cambiados por la comida que les sobraba y la que no podían cambiar, la daban a buitres y chacales, todo antes de dejar que los de a pie, se alimentasen y pudieran levantarse en armas.
Pasaba el tiempo y no encontraban la ruta que un día les prometieron, pero si hacemos memoria, vemos que de lo que dijeron al principio, ya no queda nada, día a día, paso a paso, van cambiando la ruta y prometiendo que esta es la verdadera. Hoy ha ocurrido una gran tragedia, “Michundú” el antiguo jefe de la tribu, que con su mejor voluntad había seguido a los nuevos jefes, por qué “Emanú” su hija estaba unida a “Derok” uno de los tres nuevos jefes y “Michundú”, no quiso abandonar a su hija.
Cuando salieron de la antigua tribu y empezaron a gobernar con mano dura y con pocos escrúpulos, los tres nuevos jefes cambiaron de mujeres, “Emanú” fue repudiada por “Derok”. En la primera lucha contra tribus vecinas, los otros dos jefes cambiaron a sus mujeres por dos prisioneras. “Emanú” no consiguió sobreponerse, pocos días después de ser repudiada por “Derok”, dijeron que la habían encontrado devorada por una fiera, mientras cogía agua de un manantial. Nadie creyó la historia, pero nadie abrió la boca, era mejor callar a tiempo, que tener un accidente.
“Michundú” conocía bien los entresijos del mando, hacía muchos años, la tribu, no tuvo más remedio que poner fin a los desmanes de un malvado dictador, que por ser hijo de un jefe anterior, se creyó con derecho, para sojuzgar y avasallar a su tribu. La tribu se rebeló y a aquel maldito jefe, fue muerto por todos los de la tribu y luego su cuerpo, fue devorado entre todos, para que no pudiera renacer en el tiempo, sus huesos fueron quemados y luego aventados.
“Michundú” vió a “Derok” en aquella atalaya, observaba como los hombres trabajaban y las mujeres acarreaban el agua, “Derok” salió detrás de aquella niña, la fue persiguiendo hasta lo más frondoso del bosque y allí…trató de forzar a la niña, la niña, no tuvo fuerzas para poder eludir el ataque, pero el cuchillo de “Michundú” cercenó el cuello del cobarde. Cuando la niña llegó donde la tribu estaba acampada y contó lo ocurrido, todos corrieron en dirección del bosque y encontraron a “Michundú” devorando el cadáver de “Derok”. La tribu no se lo pensó dos veces, en un corro mortal alrededor de los otros dos jefes, les dieron muerte, allí mismo devoraron sus cadáveres y muy pronto se reunirán para designar a los que formen el nuevo gobierno, que respete al pueblo. pepaherrero
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