viernes, 4 de enero de 2013
PITOS Y HUELGAS PARA... HOY...PARA RAJOY
Todo el mundo, tiene derecho a manifestar su disconformidad (cuando no está conforme) todo el mundo tiene derecho a manifestarse como mejor le plazca, si lo que le place, no va en contra de los derechos de los demás ciudadanos y sobre todo, si los que se manifiestan son personas que cobran buenos sueldos, que les pagan los que por culpa de su huelga, no pueden ir a sus trabajos y que sus sueldos, no son tan jugosos como los de los manifestantes.
A veces, los sindicatos, tienen necesidad de demostrar su poder (que todos sabemos que tienen) y hasta muchos pensamos que tienen demasiado y que lo mal emplean en muestras de fuerza que no son ni necesarias ni proporcionadas, ellos quieren echar el pulso al gobierno (que es el que le da de comer) y tratan de morderle la mano, pero como los sindicatos, no está escrito que sean ninguna clase de animal, no tiene ninguno de ellos la suficiente inteligencia, para darse cuenta de que a quien en esta ocasión muerden la mano, es a muchos niños, que entienden de juguetes, de cabalgatas y de caramelos y regalos, pero ni tienen idea de lo que es un sindicato, ni falta que les hace, por los siglos de los siglos.
Mañana, cuando ellos quieran ir a hombros de sus padres a ver la cabalgata y vean que el gusano subterráneo en el que iban a subir para que sus papás les enseñen a andar por la capital y aprendan la inocencia que sus padres y el resto de personas les quieren imbuir para que a su vez ellos la transmitan a sus hijos el día de mañana, se encontrarán, que al llegar a la estación del metro, tristes carteles negros, les enseñarán lo oscuro y triste de la vida y así aprenderán su primera lección sobre el sindicalismo. Tal vez algún día, (triste día) cuando ellos lleguen a ser mandamases sindicalistas, recuerden con odio aquel triste día, en que por culpa de unos patronos malvados e insensibles con los niños, no pudieron ver la cabalgata de los Reyes Magos de Oriente, pero bien mirado y mirando al frente, a quien le importará la historia de algún rey, si a esos ya nos los cargamos, después (o antes) de terminar siendo los cincuenta y tantos reinos de Taifas que para entonces seremos.
Pero la memoria es corta y el tiempo, pasa por nuestro lado y nos arroya sin piedad, a partir de aquel año de infausto recuerdo dos mil doce, todos quisieron ser independientes, empezaron los vascos y los catalanes y luego, como si fuera una pólvora que no se podía apagar, fueron naciendo reyes y reyezuelos, fueron queriendo ser ellos los que mandaran sin ayuda de nadie y empezando el año dos mil trece, se vio venir como una ola a la que nadie podía detener, cada región se quiso convertir en su reino, cada político quiso ser el rey de su pueblo…no, no. No era para ayudar a nadie, no era para mejorar la vida, era sólo para demostrar quien era el más bruto y quien tenía más fuerza de todos.
La gente desconcertada en un principio, siguió al que más les prometía, luego cuando otros más brutos, acabaron con aquellos, siguieron a los que vinieron detrás, que a su vez fueron fagocitados por otros mejor situados.
Pero cuando llegó el Señor Rajoy a su tierra y vio como lo recibieron sus antiguos amigos… el Señor Rajoy lloró, ¡sí! ¡sí! Lloró, yo lo vi, miró a su alrededor y cuando se dio cuenta de la burrada que estaba cometiendo, lloró, esta vez a solas, pero volvió a llorar, no sabía como salir del atasco...!pero Mariano, ¿no sabes?! Pues tira del carro y sácalo del atasco tú que lo has metido, mientras tanto, llora como una mujer, lo que no has sabido dirigir como un hombre. pepaherrero
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