domingo, 8 de abril de 2012
LA ESCALERA Y EL MADERO
Dijo una voz popular…¿Quién me presta una escalera, para subir al madero y desclavarle los clavos a Jesús el Nazareno?
Otro año más, ha pasado la semana santa y en ella hemos tenido de todo, las lágrimas de Sevilla, viendo como la lluvia deslucía o anulaba esas queridas procesiones a esos penitentes que después de todo un año de espera y sacrificio, tuvieron que desistir de procesionar a sus pasos, otros miraban al cielo y agradecían la lluvia caída y se quejaban de que era poca, sus cultivos y sus cosechas, lloraban por un poco más de agua, que injusta que es la vida, mientras a uno da, a otros quita. Cuando Carlos llenó el coche con todo el equipo y se dispuso a pasarlo por todo lo grande, esa maldita lluvia estropeó todos los planes y toda la familia se tuvo que conformar, con ver desde detrás de los visillos como la cortina de lluvia, anegaba las ilusiones sobre todo de los niños, no se pudieron bañar, ni volar la cometa, de ir a la playa a jugar con la arena, nada de nada.
Hasta hoy domingo de Pascua, el tiempo se ha negado a hacer felices a muchas personas y mañana lunes, los coches se volverán de nuevo a las carreteras a deshacer el camino que hicieran con el maletero lleno de ilusiones. Y hoy en todas las Españas, en justa venganza contra esas lluvias, han resonado bombos y tambores, dando por finalizada otra semana santa y haciendo llegar lo más lejos posible el mensaje de la nueva vida de Cristo…con la saeta al cantar…al Cristo de los gitanos, siempre con sangre en las manos…siempre por desenclavar…y en voz muy queda, yo rezo mi oración al viento…señor…acoge en tú seno a ese pobre hombre que nos quiso dar una lección y desde Grecia, haz que llegue a tú reino y a nosotros ayúdanos y no nos dejes caer en la tentación amén. pepaherrero
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