Cuando llegan estas fechas, mi marido, que siempre es madrugador, todavía lo es más, cuando empieza el canto de las gaviotas. (Al parecer, mi amiga Gaviola Bermeja, siempre es la primera, en ponerse ¿a cantar?) !! que horror!! bueno, a lo que íbamos. En el horizonte empieza a clarear el día y mi chico, ya está delante del televisor, a la espera del encierro del día.
Siempre había oido nombrar "el capotico" de San Fermin y en mi ignorancia taurina, creía que era algo que el santo llevaba en su indumentaria (o similar.) !Hoy he visto el capotico,! en varias ocasiones en la repetición de la jugada. He visto, por arte de magia, desaparecer un pantalón entre los cuernos de un toro. Un hombre con muchas ganas de tocar a un toro (pero con poco cerebro) ha salido a buscarlo, resbalando delante de la cara del morlaco y si no se ha dejado la vida delante del bicho, creo que tambien "el capotico," ha tenido mucho que ver...Y así, en un montón de ocasiones, que han conseguido que mi boca se secara por el miedo y por la angustia de ver como las personas, se juegan la vida. Y eso que era la repetición...
Y aunque no tengo hijos, cuando llegan estas fechas y se levanta mi marido, yo en la cama, me quedo rezandole a San Fermín y le pido, que antes de venir al encierro, nunca...Nunca se olvide de su "capotico," quizas, mis lagrimas, tambien consigan desviar, la aviesa mirada de ese toro asesino, de la espalda de ese mozo, que para que otro no sea corneado él ofrece la suya. VIVA SAN FERMÍN...GORA SAN FERMÍN.
pepa herrero
martes, 12 de julio de 2011
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