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lunes, 12 de marzo de 2012

AYER....Y...HOY

No se por donde empezar, pero es que ayer, era otro tiempo, hoy es la entrada al futuro y mañana…Dios dirá. Ayer, si una mujer tenía la osadía de pedir justicia, porque uno o varios hombres, habían abusado de ella, la justicia lo tenía claro, era malvada, coqueta, impúdica, mala punta y otras lindezas por el estilo, que a las pobres mujeres, nos hacían temer a la justicia de los hombres. Llegó a haber una en nuestra poesía, que puso por testigo a Jesús crucificado, quien desclavando su mano de la cruz, tuvo la valentía de decir ¡SI! ¡JURO! Pero ¿Qué pasaría si esa misma justicia, fuera pedida en el día de hoy? Pues al parecer, está bastante claro, de salida, el hombre denunciado, sería requerido por la autoridad competente, para que probara su inocencia y si esto no es hecho fehacientemente, será conducido a prisión hasta poder demostrar su inocencia. Si después de haber sido denunciado, la mujer en un arranque de generosidad, retira la denuncia, el hombre seguirá siendo en potencia un violador y como tal será vigilado durante toda su vida. Yo me pregunto ¿entre el norte y el sur, no existe rosa de los vientos? Aunque todos tenemos razón, unas veces la tienen más unos que otros, antes si alguien osaba entrar por dirección prohibida con la bicicleta cogida por el manillar, era sancionado, por imprudente, por peligro para la sociedad, por circular en contra dirección, por intento de homicidio y por gansterismo. Hoy las cosas han cambiado que es una barbaridad y nuestros hijos ya pueden circular, sin que agente alguno, les pueda llamar la atención, por encima de las aceras (sea cual sea su anchura) (qué más da) y es qué tienen razón, no van a ir los pobres con una cinta métrica, para ver cuanto mide la acera. Si ven venir a un peatón, hay que tratar de asustarlo, haciéndoles ver que no han sido vistos y haciéndoles un bonito recorte y dándoles un susto de muerte, pero si cuando se va a producir el choque con el peatón, este le hace un gesto o le da un grito, que le pone las narices, por corbata, el peatón se llevará un sabroso recuerdo para su respetable mamá y si tienes piernas, sal corriendo detrás de él y de su bicicleta. Lo malo es que hace sólo unos años, a mí me hacía gracia, verlo con sus padres pasear por encima de las aceras y yo me bajaba de las mismas para que aquella familia unida pudieran pasar, dándole una lección magistral a su retoño, de como hay que sortear a los tontos peatones, que tienen la osadía de circular invadiendo las calzadas, que como todo el mundo sabe, son propiedad exclusiva de los ciclistas y además, siempre lo serán. En fin, pido perdón a quien por estas tonterías se pueda sentir ofendido, mi animo no es ofender a nadie, yo pienso, que con un poco de buena voluntad, todos cabemos en el mundo y si cada cual respeta la parcela de su vecino, saldremos a la calle todos con la sonrisa en la boca y no temeremos que nadie ponga en peligro la vida de nadie, pero no olvidemos, que entre el norte y el sur, existen muchos más matices y…son tan bonitos.pepaherrero

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