jueves, 22 de marzo de 2012
BONJOUR TRISTESSE
Hoy después de muchos años, la he vuelto a encontrar, dulce, pequeña, todo amor, si, si, ¡es María! María Teresa. ¿Te acuerdas María Teresa de aquel viaje nuestro a Torremolinos? Eras tan sólo una niña y tú padre y mi marido, tuvieron que viajar por motivos comerciales hasta malaguita la bella, mientras ellos ocupaban su tiempo tratando de conseguir aquel negocio, nosotras aprovechamos para ir de compras y para visitar “El Tivoli” aquel parque de atracciones de Benalmádena, tú eras tan pequeña, que en más de una ocasión, te tomaron por hija mía, lo cual me llenaba de satisfacción y considerando la época que era, yo estaba orgullosa de que te tomaran por la niña que nunca tuve. Hoy veo tú carita triste y mis sentimientos, salen todos a flor de piel, me gustaría que supieras MARÍA, María Teresa, que en cierto modo, todavía sigues siendo aquella niña “mí” niña.
Y a ti mi niña pequeña, a ti María Teresa, quiero dedicar esta inauguración y el cariño que en ella tengo puesto, me has dado una gran alegría y me gustaría que nuestros caminos, no se volvieran a separar durante mucho tiempo, nos separa la edad y no conozco tus afinidades, pero veo tu dulce carita y sé que sigues siendo aquella niña de la que tan buen recuerdo tengo y ahora que ya el camino para mí, se va haciendo más corto, me gustaría verte llegar en la vida, tan lejos como tú te mereces, me gustaría ser un poco madre tuya, soñar contigo y con tus anhelos y si algún día puedo serte útil, estar a tú lado, para soñar…para reír…para esperar…
Quisiera ver tu carita triste, cruzada por una sonrisa. Nadie tiene derecho a hacerte sufrir, sé que tú vida ha sido dura fuera de lo normal, sé que has tenido que luchar contra el destino y no siempre has ganado, pero por eso y sobre todo porque tú mereces eso y mucho más, me gustaría pintarte con una gran sonrisa y me gustaría ver que esa sonrisa es la tuya, la que tú desde que naciste has merecido, ¿BONJOUR TRISTESSE? ¡NO!, ¡NO!, ¡BONJOUR AMOUR! Cada día, una rosa de felicidad, se abrirá para mí niña pequeña y de nuevo, junto con tú esposo y tus personas queridas, se abrirá la primavera y ya nunca más, entrará el invierno en tú corazón. pepaherrero
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