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jueves, 16 de agosto de 2012

CARTA ABIERTA A DOÑA ANA BOTELLA

Aquel día, el pequeño Aznarín, tuvo una gran idea (cual corresponde a un gran hombre) hoy doña Ana, vamos a jugar a la política y doña Ana, que siempre estaba dispuesta a cumplir los más íntimos deseos de su amado esposo, se puso la ropa de política y allí que se fue. Bueno, no es que se fuese muy lejos. Donde más cómodo le cogía, era a la salida de casa (para que buscar más) y aquí te cojo y aquí te pongo. Lo único que hay que hacer, es hablar con don Mariano que es hombre de bien y que en pago de favores pasados… Y allí que me la pusieron. La figura, es representativa, porte y casta, no le falta, pero si hace falta, también le podemos echar una mano (o las dos). En la villa y corte, no la hubo más juncal, desde entonces la reuniones eran mejores, perecía que habían sido dotadas de lo que más adolecían, por las noches, verla a ella, era como ver el sol alumbrando a la casa del oso y del madroño. La familia empezó de la mano de don José María, al que en su empeño desde pequeño, por conseguir aquel sueño, de la mano acompañó, ella la primera dama y al meterse en la cama, refulgía de candor, pero la vida es así, Chemari, ganó la apuesta y se vinieron a Madrid…y en Madrid, un agasajo postinero…con la crema de la intelectualidad. Y allí le buscaron un novio a su hijita pequeña, era Alejandro Agag. Pobrecita Ana Aznar y además botella, en la boda, la más bella, pero luego nada más. Y no puedo recordar de que me suena a mí Agag. (Quizás del caso Gurtel) o amiguito del Correa, (otra personalidad). Ayer mismo la señora, se viste para la ocasión, se va en su coche oficial y le dan un revolcón, perdónelos doña Ana, son bomberos ¡Que tostón! No les haga mucho caso, que los hay a mogollón. Y por cuatro palabritas que le gritan…!por favor! Se pone cual la Pantoja sonriendo sin ton ni son….si supieras lo que ganan…o quizás…que gano. …yo. Tal vez, tanto no los querrías, ¡Oh! Buen pueblo del señor, que te tienen engañado y luego lo pago yo. Al salir de la parroquia, que es la casa de Dios, se marchó a tomar cerveza, allí también sonrió, la pagó quien la pagara, (para eso no estoy yo) y en su coche oficial, se fue dejando a la gente…quien quiera tomar cerveza…pues que lo haga en la fuente. Alcaldesa de Madrid, de Madrid que es pueblo grande, no me toques los…bomberos, que la cosa, está que arde. Vete con los de tú casta y no vengas a incordiar. A ver si nos traéis a Tierno, sí, sí, a Tierno Galván, con el viejo profesor, no lo pasamos tan mal. pepaherrero

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