sábado, 4 de agosto de 2012
SE NOS CAE LA MONARQUÍA
Nadie podía prever, pero era previsible, algún día la monarquía podía caer y todos teníamos que estar preparados, para lo que pudiera ocurrir. Hace muchos años, tantos que la mayoría de españolitos, que guarde Dios, vinieran a este mundo de trabajo, de impuestos y de sufrimiento, cuando las hadas buenas iban por los caminos y cumplían los deseo de los viandantes, como si todos fueran premiados en un concurso de la tele, aquel viejo gobernante de infausto recuerdo, recogió al joven príncipe y lo llevó a lo más alto del poder. Años después y tras un día aciago (veintitrés de febrero de mil novecientos ochenta y uno) en el que cuentan las crónicas que aquel joven rey, arriesgando su vida, porfió con los golpistas, vio como los tanques por Valencia, iban como locos.
El general Miláns del Bosch, jefe de la tercera región militar, pensó que quizás algún día…pero el joven rey, cortó por lo sano, aquel día y dando un fuerte puñetazo en la mesa de su despacho lo dejó todo más claro que el agua. ¡EN MI FINCA, MANDO YO! Y fue tan clara su voz, que aunque algunos, tenían ganas de seguir con el juego, también les dio un poco miedo, el quemarse con el fuego.
Al pobre Tejero, dejaron sólo y esperando en el Congreso, pero…ni está ni se le espera, como quedó la cosa, que tiempo perdido y cuantos honores rotos. El joven rey demostró tener un par de bemoles y la música que hizo sonar, acongojó a todos los golpistas y hasta hoy, nunca jamás se supo. Descansen en paz, los que con su honor pagaron el intento de defender bajo sus ideas el suelo patrio.
Tras varios años de paz y de ¿Prosperidad? Dígase así, si así se quiere, el pueblo, nuevo que fue llegando en nuevas generaciones, veía que la monarquía, cada vez, iba a menos, con el tiempo, llegaron a ver claro que poco a poco, la monarquía se iba cayendo y los países que tanto pregonaron su amistad con el país, ahora lo único que hacen es tratar de terminar de expoliar al amigo que sufre, a perro flaco…
Hace unos meses, nuestra monarquía quiso demostrar que sus fuerzas eran como hace muchos años y cuando quiso darse cuenta, el retroceso del arma, había abatido al elefante y casi, casi, a la monarquía, somos duros, somos españoles y no vamos a consentir que un miserable, elefante, acabe con nosotros. Ni antaño pudo el elefante blanco ni hoy ha podido el elefante de Botsuana, pero la historia sigue y de nuevo está la monarquía por los suelos, un día será el último y a todos nos gustaría, que ese día el señor monarca, esté sentado en su trono, disfrutando de los videos de sus viejas batallitas, pero que de nuevo se haya reforzado la monarquía con sangre y con nuevo espíritu, sin que se llegue a perder una generación por el camino, tal vez, la nueva sangre podría ayudar a ver un nuevo despertar a la lucha y al trabajo, tal vez la monarquía se pudiera consolidar, tal vez, dejaran de haber en el país tantos reinos de Taifas y tantos gobernantes, interesados en que todo cambie. Para que todo siga igual. Nosotros mientras tanto (y nos queden fuerzas) no haremos nada y seguiremos defendiendo nuestra mini paga y caiga quien caiga.pepaherrero
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