viernes, 15 de junio de 2012
EL DESCANSO DE LA GUERRERA
Cuando Desana llegaba de las batallas, el cuerpo cansado y el espíritu sucio de lodos, había algo que conseguía hacerla relajar antes de nada, la conversación con los viejos de la tribu, los viejos guerreros de las Amazonas, vivían en otra zona distinta, no se podían mezclar con las mujeres guerreras y tan sólo a la jefa guerrera, le estaba permitido tener contacto con ellos, ella se aprovechaba de este privilegio para poder escuchar las historias que los ancianos tenían para contar. Cerdantatoó, había vivido más historias que entre el resto de los hombres guerreros y Desana se relajaba escuchándolo contar sus historias, el viejo guerrero, a sus ochenta y un años, disfrutaba de una mente despejada y aunque sus cuerdas bucales, a veces le jugaban alguna mala pasada, esperaba siempre que sabía que Desana llegaba de alguna batalla, para contarle sus historias.
Desana, estaba herida, pero eso no era importante para ella, su peor herida, le sangraba en el corazón y ella sabía que le dejaría de sangrar tan sólo cuando el anciano, la hubiera escuchado…viejo Cerdantatoó,¿ Por qué mi corazón no esta contento si hemos ganado la batalla? ¿Por qué siento la pena que me impide ser feliz? Y el anciano, rozando con sus dedos el cabello rojo de la amazona le habló de aquella otra amazona que siendo amada y respetada, tampoco era feliz y le dijo: Desana, para llegar a ser feliz, para que tú corazón se vea libre de penas, tienes que hacer una ofrenda a Vantá la diosa del corazón. ¿De qué ofrenda se trata? ¿Qué puedo yo ofrecer a tan importante Diosa?. Cuando regreses de la próxima batalla y tus enemigos hayan sido vencidos, deberás ofrecer la vida del más bello de tus enemigos y a la vez, debes de cortarte tú melena de fuego y ofrendarla a la Diosa, si la Diosa acepta las ofrendas, te hará llegar su complacencia en forma de águila real y en su pico, llevará un mechón de los cabellos de tú enemigo, entonces libertarás a Dango y lo harás regresar a su tribu, a las nueve semanas, sabrás sin lugar a dudas, que vas a tener un descendiente de este héroe y tú corazón, se habrá librado de la maldición, que sobre ti sembró la Diosa, por haber dudado de su protección.
Desana, besó la frente de Cerdantatoó y salió de su cabaña, entro en el río y lavó su cuerpo durante largo rato, frotándose con hojas de aquellas plantas que tenían el poder de que quienes con ellas se frotaran, atraerían al primer hombre que encontraran, Desana, secó su cabeza sin cabellos y sin más, entró en la cabaña donde Dango permanecía atado con varias correas hechas de lianas, que cuanto más se secaban, más apretaban las muñecas del cautivo, se miró en el espejo de los ojos de Dango y abrazándolo, fue su esposa por unas horas. Antes del amanecer, libero al cautivo, Dango le prometió que nunca más atacaría el poblado de las amazonas y le pidió que cuando terminara su mandato, se uniera a él y partirían hacia un lugar tan lejano, donde nadie hubiera oído hablar nunca del pueblo de las amazonas y donde podrían ser felices el resto de sus vidas. pepaherrero
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