viernes, 8 de junio de 2012
LA ANGUSTIA VITAL Y LA ESCRIBIDORA
Tiene razón Lucía, cuando quiere leer sobre política, se compra el periódico y no espera a que yo mal cuente lo que entre todos se traen y no es cuestión de ser de derechas, de izquierdas, o del centro central, ella espera que mi crónica diaria, hable de pintores, de nuestra querida asociación, o de lo que nos ocurre a todos los socios, pero déjame que te diga una cosa Lucía, cuando me siento en frente de mi enemigo (el ordenador) todos los días creo verme delante de un toro bizco del pitón izquierdo y que además, derrota por el derecho, no te puedes ni imaginar, la lucha que sostengo contra el maldito ordenador (al que yo, lo único que le ordenaría es ¡dame un título para hoy!) pero el ingrato, no me hace ni caso, Windows, es un desierto en blanco y lo único a lo que me ayuda, es a poner el acento (o a quitarlo) a algunas cosas, mal escritas, pero si no tiene ganas, ¡ni eso! Otra amiga, no quiere que la nombre, porque luego cuento lo que ella no quiere que cuente y como tiene toda la razón, no puedo dejar de dársela. Cuando llamaron a mí casa por teléfono, nunca hubiera pensado, que me ordenarían las autoridades, que me presentara en aquella comisaría, antes de cinco minutos, pero a pesar de haberlo intentado, me fue imposible entrar por los agujeros del teléfono, por lo que les llamé y les dije que me era imposible, presentarme en tan corto plazo y que aunque le clavara las espuelas a mi marido, no íbamos a llegar antes. Un avispado policía, que aunque bajito, debía de ser más listo que el hambre, me dijo que cruzara la calle y entrara en el edificio de enfrente y que allí buscase lo que necesitaba.
Al cruzar la calle ¡oh! Sorpresa, dos policías de paisano, me estaban esperando por aquello que escribí sobre…pero, si eso sólo fue una tontería…y si tampoco puedo escribir sobre eso…Yo lo sé, yo lo comprendo, ni la vida es toda blanca, ni la vida es toda negra, si escribo, lo hago con el amor debido a todos los que me leen, no quiero ofender a nadie y a cada uno de mis amigos, lo tengo en el altar que se merecen, entre otras cosas, por tener la gentileza de aguantarme, ayudadme a estar con vosotros y perdonadme si en algo os puedo molestar ¡ah! Y ante todo decidme lo que os pueda afectar, que con todo mi corazón, cambiaré el rumbo de la historia y no hablaré de política, sólo hablaré de aquello que a nadie moleste y si sin hablar de política, me vienen a buscar los otros, seguiré pintando al pastel, que es lo que me gusta ahora, que para mí es más importante Lucía y todas mis demás amigas, que escribir cuatro tonterías si con ellas pudiera llegar a molestar a alguien a quien tengo gran respeto. pepaherrero
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