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viernes, 20 de diciembre de 2019

NIÑOS DE HOY...¡¡¡MUCHAS FELICIDADES!!!




 Pepa Herrero Encina
BÚHO SOL…
cuentos en navidad para los niños. ¡¡NIÑOS, FELICIDADES!!
Una vez, había un búho enorrrrrrme y con unos ojos muy, muy grandes, le llamaban búho-sol, porque sus ojos en la noche, relucían tanto, como dos soles. Una noche, se encontró un niño, debajo del árbol donde se encontraba. El búho, preguntó al niño ¿Qué haces tan tarde en el bosque pequeño? Y el niño le contestó, ¡Llévame con tus alas a conocer el país de los juguetes!
¡Sube! le dijo el búho, el niño subió y volando, volando, volando, se fueron hacia el país de los juguetes. Cuando estaba amaneciendo, el búho decidió parar junto a un río a descansar, se sentaron a la orilla del río, cuando de momento, apareció en la superficie del agua una trucha. ¿Qué hacéis aquí tan temprano? Vamos hacia el país de los juguetes, dijo el niño. La trucha se quedó mirando al búho y le dijo: que grande eres, debes de medir por lo menos cuatro metros, cuando abres esas alas tan enormes, el búho todo orgulloso, abrió sus alas y enseñó su plumaje, la trucha, se sintió muy pequeñita al lado del búho y dio media vuelta para marcharse río arriba, cuando el niño le dijo: no tengas miedo, aunque lo veas tan grande, es muy bueno, e incapaz de hacer daño a nadie y menos, a una trucha tan pequeña, como tú.
El niño, les propuso contar lo que hacían cada uno en su mundo y los tres, estuvieron de acuerdo. Empezó el niño: yo, tengo muchas obligaciones, cuando me levanto por las mañanas, me voy enseguida al colegio, después a clases particulares, a natación…y así hasta que llega la hora de ir a dormir y no he podido jugar con mis juguetes. El búho sol, con su potente voz, dijo: yo, sin embargo, tengo una vida muy feliz en el bosque, durante el día, me lo paso de árbol en árbol, viendo a los animales que están en la tierra, como buscan sus alimentos. Y vuelo…vuelo, sintiéndome libre y gozo de la libertad que me da el poder volar, luego por la noche, me pongo en la rama de un árbol con los ojos muy abiertos a esperar que pase algún gazapo, con el que poderme alimentar. Y el niño asombrado le pregunta ¿porqué eres tan cruel con los gazapos? Ya podrías comer hierba y el búho sol muy serio, le dijo: niño, yo no soy cruel es ley de vida, para sobrevivir, los seres vivos, tenemos que actuar así, todos comemos animalitos, muertos por nosotros o por otras personas, el niño lo pensó y dijo…búho, tienes razón, todos los seres vivos necesitamos matar para comer, pues las plantas también son seres vivos y cuando llegó el turno de la trucha, dijo: pues yo aquí en el agua, me paso la vida en el agua comiendo plancton y engordando, para que luego me pesquéis y me comáis. Llegaron a la conclusión que era ley de vida.
Después de la lección de filosofía, decidieron seguir los tres rumbo al país de los juguetes, donde jugando con tantos juguetes, se olvidaron de las cosas tristes y fueron felices. pepaherrero
pintura de pepaherrero

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