Así esperó Penélope a Ulises, así esperamos la llegada de tiempos mejores, de tiempos que nos traigan de nuevo paz, trabajo y felicidad, esto sólo es una nube que cruzando el espacio deja caer agua mezclada con barro, es sólo un viento que empezando por áfrica, ha ido subiendo por España y se va acomodando en el Norte del viejo continente, pero no hay ni mal ni bien que cien años dure, creo que esto será como aquel primer amor que yo tuve, empezó en primero de bachiller con aquel lindo profesor, cuyos ojos me epataron hasta que volviendo la vista atrás, los ojos de mi compañero de clase, borraron para siempre al pobre profesor.
Tiempos de amores del corazón, tiempos que el viento empuja por todo el mundo, unos muriendo en África, no existe paz, ni hay pan para ellos, sólo el viento del desierto que al soplar lo quema todo, no distingue entre los ojos asustados del niño que con espanto ve que la parca se lo lleva de la mano de su madre, ni de los ojos del padre de familia que es masacrado bajo las botas de unos tiranuelos del tres al cuarto, de los que el mismo viento habrá borrado su huella a la vuelta de dos días.
Pueblo de España ponte a cantar...Pueblo que canta no morirá...Pobre Chile ¿qué te está pasando? ¿qué quiere hacer contigo ese desgraciado que no ve a su pueblo llorar. Cuando despierte del sueño (del mal sueño) abriré mi espíritu y le pediré al Papa: GLORIA IN EXCELSIS DEO. Et in terra pax hominibus bonae voluntatis.
pepa herrero
martes, 9 de agosto de 2011
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