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viernes, 11 de octubre de 2013

!!SILENCIO!!

Calló el rugido de aquellas bestias, se hizo un silencio de muerte, apenas se escuchaba el suspiro del viento, nadie podía creerlo. Cada domador hizo callar a su bestia, cada cuadra una oración, nadie podía creerlo, se nos ha ido la mejor, se ha llevado su sonrisa, hoy en el campo de la verdad, nadie sabe lo que hacer…SE NOS HA IDO MARÍA…nadie es capaz de reaccionar, las lágrimas surten en los ojos de aquellos hombres forjados en la fragua del valor, ¿qué será ahora de nosotros? Lloraban cómo niños, todos miraban al cielo, pero nadie veía a MARÍA, miraban buscando consuelo, pero MARÍA no estaba. En las praderas del cielo, hay un gran movimiento, al parecer van a tener un espectáculo especial, ha llegado MARÍA, ella nos enseñará, allí rugen hoy las bestias, los grandes hombres de todos los tiempos, se fueron antes para preparar su llegada pero a pesar de todo, no lo podían creer ¡ha llegado MARÍA!,!MARÍA está con nosotros! Ya están en la salida, sólo les falta MARÍA, MARÍA, MARÍA. Despacito y en silencio MARÍA subió a los cielos. Llamó Fernando a Antonio y Fernando preguntó, ¿dime Antonio que te decía en aquella ocasión? Ya no me acuerdo Fernando, pues me atenaza el dolor, ella era un cascabel y su risa se apagó. Ella vivió para todos, su entereza era valor, era un valor que impartía, con la fuerza de un motor y trataba de decir cómo has de hacerlo mejor y aunque dicho con cariño, pegaba algún revolcón, cuantos hay que presumían de ser un buen conductor y en el ejemplo veían que no tenían razón. Nos enseñó la prudencia y si se daba ocasión, enseñaba maniobras a todo buen conductor. Por su sangre, corría sangre de piloto, desde niña y siguiendo con los gustos de su padre, sintió la llamada de los motores a los diez y seis años, pasó por distintas fórmulas, hasta llegar a la fórmula uno donde fue probadora del equipo Marussia, un accidente al ir a hacer una prueba de test a su coche acabó con su carrera de piloto, pero ella era una vencedora y pudo con aquel “pequeño” inconveniente su cuerpo y su alma, siguieron pegados al mundo de la fórmula uno. MARÍA DE VILLOTA COMBA, nacida en Madrid el trece de enero del año mil novecientos ochenta, nunca morirá, estará siempre en nuestra memoria y en la de todos los amantes del noble deporte de la fórmula uno. Requiescat in pace. pepaherrero

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