jueves, 17 de mayo de 2012
LA FIESTA DEL PUNTO Y SEGUIDO
Tenía muchas ganas, pero como yo, creo que estábamos todos, eran las cinco de la tarde y ya estaban llegando los asistentes a la fiesta, pero hasta ahora no veo a nadie de los años sesenta (pero si con casi los sesenta…) Bárbara y Laura ya han llegado, ole, ole y ole, vaya dos preciosidades de los años sesenta. Y a partir de aquí, van llegando con sus faldas de vuelo, con sus ceñidos monos y se va animando la fiesta, en el aire hay ambiente de nervios, todos queremos que la fiesta sea un éxito y al parecer, lo vamos a conseguir.
Se va acercando la hora del baile, la orquesta a dúo ya está haciendo sonar sus instrumentos y un espontaneo, se ha lanzado al ruedo, el polifacético Martigodi, rememorando sus años de vocalisto, se hace escuchar por toda la parroquia, sus baladas de aquella época, son tarareadas por todos y “ejecutadas” por Francisco (¡si te creías que no lo iba a cascar…!) y mira que es malo el joriro pero bueno todo pasa, la fiesta sigue su curso y la parroquia se anima por momentos, ya mis pies, van pidiendo otros de repuesto y no queriendo maltratarlos, me dirijo a la oficina y tomo asiento en la mesa de reuniones (con permiso de la autoridad) al momento me viene a saludar Mercedes Seara y hablamos de su cuadro, algo tiene de especial el cuadro que me llega al fondo del alma, pero ella también es una persona muy especial. Y con ella he pasado un rato muy a gusto, he hablado en bable con Olga (la terremoto) y luego con Conchita y hemos hablado de un personaje de los años sesenta, chuleta y macarrón de nombre Juan Antonio. Que con sus vaqueros y camisa de mangas cortas y arremangadas iba luciendo palmito sin dejar de obnubilar a aquellas mozas de antaño.
A las ocho de la tarde, se dio el pistoletazo de salida y se sirvió la sangría y las viandas que abarrotaban las mesas. Aunque los artistas, somos gente de buen yantar, hoy hemos hecho el ridículo y cuanto más comíamos, más comida había en las mesas y seguían llegando socios-amigos y se seguía acumulando la comida ¿crisis? ¿Dónde está la crisis? (esto sólo es broma) y ojalá no pudiera hacer bromas con este tema, pero como dijo el que lo dijo. La crisis, con pan, es menos.
Mis pies, no dejan de molestarme y no me apetece salir a bailar, aunque Jerónimo haya venido a invitarme varias veces y Lucia, se lo haya permitido (aunque dicen que es celosa) y si no bailo con él, no es por qué no sea mí tipo, que lo es, pero no estando mí mamá, vosotras ya me comprendéis ¿No? Poco antes de que acabara la cena, ha llegado el matrimonio Roca Sansano, con los que también y después de algún tiempo, he pegado la hebra. Me gustaría hacer esta crónica, tan larga como un testamento de mucho dinero, pero son las doce y los ojos se me cierran, así que mañana más y mejor. pepaherrero
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