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sábado, 15 de octubre de 2011

HABLAME DEL MAR...

En el pueblo castellano, Cesar conoció a Germán y aunque Germán tenía fama de ser borracho, y hasta un poco dado al jaleo, la primera vez que Cesar le pidió que le hablara del mar, no pudo resistirse y le empezó a contar la historia- Cuenta la leyenda, que un día el niño cansado de que en su casa no le hicieran caso, salió sin que nadie le viera, llevaba un pequeño hatillo con dos mudas y para los dientes un cepillo. Después de andar tres semanas, sólo por la carretera, con mucha hambre atrasada y sin dinero en la cartera, llegó por fin a Galicia, donde descubrió la mar y en un barco que zarpaba, el niño, se fue a enrolar. Como era tan pequeño, no se fiaban de él y le dijo el capitán, como de ti no me fio, te lo digo perillán, si te veo robar comida, mis hombres te azotarán.
En aquella noche oscura, cuando los rayos caían, las olas saltan el barco y los hombres se caían, los truenos rompen la noche, qué noche la de aquel día, la luna asomaba a veces, a ver lo que sucedía y allí bajo en la bodega, un chiquillo prometía, ayúdanos señor mío, te lo pido por favor y si haces lo que te pido, juro portarme mejor. Cuando el día clareaba, arreciaba la tormenta y así entre dos luces, vino el barco a zozobrar, muriendo algunos hombres, otros cayendo en la mar. En un bote con sus remos, se fue el niño a colocar, pero un marino malvado, al agua lo quiso echar, no tienes sitio pequeño, tu sitio está en la mar, cuando una ola por babor, arrastró al marinero, dejando sitio al muchacho, que había llegado primero. Al cabo de los tres días, sin comer y sin beber, arribaron a una isla, ¿que sería allí de él? FIN DE LA 1ª PARTE
Pepa herrero

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