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sábado, 28 de julio de 2012

SÓLO DIOS LO SABE

Cuando los vi llegar, no sabía quienes eran, pero estaba claro que no me iban a dar nada. Cuando les pedí que entraran, no esperaron más, entraron en tropel, más que gente fina, parecían, mendigos a la hora de comer en el asilo, tal vez, me precipité, tal vez, no eran los que yo creía y se me colaron en casa personas con poco estilo. Las monjas me habían enseñado a recibir en casa, pero aquello, no estaba escrito en ningún tratado de urbanismo. Ellos pensaban que yo había sido la que pidió que fueran atendidos en justicia y aunque a mí me parece bien, que la justicia les pida cuentas por su posible implicación en causas punibles, nunca pensé que vinieran a pedirme cuentas a mí, por sus problemas grandes o pequeños. No les deseo suerte, les deseo que la justicia sea justa y que les dé en justicia lo que ellos se merecen, tal vez veinticinco millones de Euro a repartir entre cinco, sea mucho dinero, tal vez cincuenta, no sean nada, todo irá en función de lo que la justicia estime que hayan podido defraudar. Me dijeron que yo era la culpable, que les había destrozado la vida, pero yo, lo único que hice fue hacer de portavoz de lo que todo el pueblo sabía y de lo que muchos, estaban pagando, por ellos pensar, que estaban muy por encima del pueblo y no se dieron cuenta en su soberbia, que ellos tiraron su comida por la borda, su comida y la de los demás. ¡Decidnos! ¿De qué os puede servir, lo que no sirve para nada? Si vais a parar a la cárcel, ¿de qué os servirá el dinero ruin que habéis estafado? ¿Os servirá para aseguraros el mañana? ¡Desgraciados,! con una jubilación acorde con vuestro trabajo y sin necesidad de robar lo de nadie, lo hubieseis tenido, sin ensuciaros las manos. Y a cambio hoy, no podéis pedir amparo al dinero que no habéis sabido administrar (y si habéis sabido, tened paciencia y algún día lo disfrutareis, pero tal vez el recuerdo de personas necesitadas, de las que habéis hecho desaparecer su dinero, os pueda quitar el sueño ¿o tal vez el miedo?. ¡No! no quiero que entréis en mí casa, de lo que tenga, algo os podré dar, pero nunca tendréis mi confianza, en los negocios, no me podréis engañar y aunque hubiera sido vuestra clienta, os tendría más pena que odio, me dais pena ahora, me daréis pena después y cuando la justicia, deje caer el peso de la ley en vosotros y a pesar de lo que podáis merecer, siempre os quedará el poder pensar, que Dios siempre es justo y no deja a nadie en el desamparo y os tendréis los unos a los otros y quizás, el que más pueda, ayudará a los otros?????pepaherrero.

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