sábado, 7 de julio de 2012
!!!YO!!! LA AMBIGUA
A veces, (muchas veces) en la mayoría de las veces, entiendo que mí conducta es ambigua, por lo que les tengo que pedir perdón a las personas que me leen, pero es tan difícil mantener una sola conducta, que el otro día leí en Facebbok que quien cambia de idea, es tonto, pero que quien no cambia, es simplemente…me explico, ayer defendí a doña Sonia, pero a la vez, le dejé “algunas notas” el ser ambiguo te lleva a ser blanco y luego a ser negro, pero si yo tuviera a mi alcance la verdad, sería Dios y para eso, aun tengo mucho camino que recorrer.
Hoy he madrugado. Al poner la televisión, unos señores apostados de rodillas, pedían que no se celebraran corridas de toros en los San Fermines de Pamplona, ¡no! Si razón no les faltaba a las personas, no creo que a los toros, les guste especialmente ir a morir en las plazas de toros, yo creo que quien así piense se equivoca, pero por otra parte, está la fiesta en sí, en la fiesta se encuentran los hombres y los astados, cuando se abren las puertas del miedo, yo creo que el miedo afecta más al hombre que al toro, el hombre se come su miedo y se enfrenta a una fiera que puede pesar hasta ocho veces su peso, si vence el toro el hombre puede morir y al toro nadie lo puede liberar, está condenado a muerte, eso está claro.
Si el sacre viera y la víbora oyera, no abría ser humano, que al campo saliera. Eso dice un refrán castellano, quizás menos viejo que aquello otro que alguien dijo a la serpiente “pondré enemistad, entre tú y la mujer” cada día quedan menos ofidios y si quedan algunos, tal vez es porque quedan estudiosos y profesionales que viven de su cría para el estudio, o tal vez para conseguir el contra veneno de los mismos.
Cuando el toro embistió a las personas que cruzaban la dehesa, lo primero que pensaron, es que aquel mal bicho, era un peligro, había que deshacerse de él, lo comentaron en el pueblo y varios hombres, se armaron de valor y cogiendo sus lanzas, se aventuraron en campo abierto a la busca de la fiera. ¿Pudo nacer allí la tradición de alancear un toro? Si yo tuviera que cruzar por donde las manadas de toros pastan en los campos, pediría que acabaran con todos, pues a mí, no me sirven para nada y son un gran peligro en los campos, además, si no acaban con ellos, ¿Cómo van a salir los agricultores a cuidar de sus cosechas? ¿O iremos los urbanitas detrás de ellos con unas cañitas y les pediremos a los cornúpetas que no molesten a nadie?.
Entiendo, que no me entiendan, yo tampoco me entiendo, pero entiendo menos todavía que dejen circular a las bicicletas, por encima de las aceras, en distintas ocasiones he visto el daño que pueden hacer, o que pueden hacerse. La última que he escuchado, es que no se puede asegurar una bicicleta, porque no tiene identificación, pero antiguamente, en mí pueblo, si que se pagaba “la chapa de la bicicleta” lo que le daba derecho a llevarla puesta y precintada y además el propietario, era responsable, de cualquier daño que la misma pudiera hacer.
Si Doña Sonia la ha hecho, no tendrá otro remedio que pagarla, si es inocente, la sociedad estará obligada a reponer su buena imagen, ¿o no?. Si se acaba con todos los ofidios, no hará falta ningún contraveneno ¿o sí?. Si nadie fuera a las corridas de toros, porque a nadie les gustaran, se acabaría con los toros bravos y sencillamente, pasarían a ser historia y si quedaba alguno, podría estar albergado en algún bonito zoológico ¿o no? Y si las personas se educaran en el respeto a los demás, tal vez pensaran que con las bicicletas, se puede causar mucho daño, quizás irreparable. ¿Sí o no? y si yo no fuera tan ambigua, no tendría que enmendarla. pepaherrero.
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