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lunes, 25 de febrero de 2013

...CON NARANJAS DE LA CHINA

Ya se va acabando la historia, ahora lo único que nos queda, es esperar. ¿pero, esperar a que, a quién? Ya ha confesado Urdangarín y su socio, ya lo ha hecho Don Bárcenas (el padrino) nadie va a delatar a nadie y todos callarán cómo… mutas. Aquí no existe más culpable, que el que no quiere ver la basura en la calle, pero eso es ley de vida, el viento la trae, el viento la lleva y si no hay algún encargado de barrer la calle, la calle, cada día estará más sucia. Pronto muy pronto, (cuando salga el sol) los caracoles, sacarán de nuevo la molla y volverán a hacer carreras entre sí…dos caracoles un día, tuvieron fuerte quimera… Y aunque los tiempos están contra los caracoles, (muchos son aplastados por las ruedas de los vehículos) ellos son tan creídos y tan orgullosos, que no les importa morir bajo ninguna rueda, lo suyo es sólo hacerse ver y es que es mejor morir rico, que vivir feliz. A los ricos siempre se les ve en los cementerios, mientras a los pobres, sólo los cubre la tapadera de la urna donde reposan sus restos (y esa es una gran diferencia). Y así, poquito a poquito, paso a paso, vamos andando el camino que nos separa entre la vida y lo que es menos vida. Hay quien se las arregla como puede (y puede muy bien) y hay quien no consigue hacerse camino al andar y después de grandes caminatas, cuando vuelve la vista atrás, ve que está en el sitio de partida…caminante no hay camino, se hace camino al andar. Cuando las noticias dejan de fluir, se hace más duro el hacer la crónica nuestra de cada día, las meninges se comprimen y no dan más de sí, pero no se puede renunciar a dar a quien lo espera, lo que le pertenece y este si es el arduo trabajo del escrito nuestro de cada día. Quisiera poder contar las cosas que aún tienen que pasar, pero entonces en vez de ser cronista, sería adivina y tendría la suficiente picardía, para luego poder decir, porque no pasó lo que yo dije que iba a pasar y ahí sí que no llego. Noche de concierto…”y en el Real, la Traviata” bueno, aquí no se trata de tan gran obra, pero sentado al piano, el maestro Ruso nacido en San Petersburgo Alexei Volodin, ha hecho las delicias de un público que ha aplaudido a rabiar al maestro, el Teatro Principal y la sociedad de conciertos de alicante, una vez más se han llenado de gloria y aunque la noche es fría, bien ha valido la pena, tener que esperar al autobús a las diez y pico de la noche. Al llegar a casa, movida por los alrededores, al parecer un turista de color y con una capucha verde, ha estado molestando a los viandantes y la policía, ha tenido que peinar el barrio en busca del personaje para restablecer la calma en la zona, por si acaso, nos metemos en casa y cerramos con pestillo y dejamos la llave puesta…!qué miedo…! pepaherrero

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