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lunes, 7 de mayo de 2012

MIRANDO UN CUADRO, A TRAVÉS DE BERMEJO

Ya era la hora, el cuadro se encontraba tapado sobre su trípode, pronto se levantaría el secreto y el maestro Carlos Bermejo, empezaría su disertación sobre el cuadro y su autor. Ya pasan quince minutos, pero en la sala no hay nadie, miro el reloj y las manecillas corren inexorables, son las siete y treinta de la tarde y el evento está programado para las seis y treinta minutos de esta tarde-noche de invierno, los nervios me atenazan, parece que el lumbago no me vaya a permitir hacer esta presentación. ¿Pero si no hay nadie? ¿Ante quien voy a presentar? De nuevo paso revista a todo lo que ya había preparado antes de ser la hora, todo está correcto y esperando el momento…A Carlos lo invade un fuerte sopor, los minutos van pasando y mientras espera, va haciendo memoria de estos últimos años y parece que el tiempo no ha transcurrido, aun parece ver a Ramón Palmeral en aquella entrevista para el periódico Información, en la que el maestro Bermejo desnudó su alma de artista, ante la pluma de otro amigo-artista y le dijo…le dijo tantas cosas que aún recuerda, que parece que fue ayer y le hablaba de su amor por “él” y aunque alguien pudiera tacharlo de… a él, a Carlos, eso no le importa, su amor en esos momentos era Aivazovsky y su verdadero sueño era llegar a parecerse en la manera de pintar. Pero seguir “al Mesiás” y pintar con los brazos en cruz, es imposible, al maestro Bermejo, la pintura le corre más prisa y no puede perder el tiempo en imitar a quien no sea CARLOS BERMEJO-PINTOR MARINISTA. Con método poco ortodoxo, Olga, se dirige al maestro, Carlos, Carlos que la sala está llena de gente y tú estás aquí durmiendo, casi le da un soponcio, casi, un ataque de lumbago y por poco, tira la tarima de la antigua sede, pero el maestro se recompone y saliendo a la tarima, recibe la ovación de todos los amigos que han venido a escuchar su disertación sobre el cuadro de Fragar. Y nos habló del cuadro y de Fragar y de Cancerbero y de…maestro si sigues dándole a la muí, vas a conseguir que se nos caiga la baba. Y es que escuchar a Don Carlos Bermejo o leer su prosa diaria a veces picante, otras agría y a veces con ese doble sentido que el maestro sabe dar a esa frase, para que la entienda todo el mundo, menos quien tiene que entenderla, para eso hace falta mucha gracia, muchas horas de bolígrafo, y un estilo, como el que tiene el maestro Carlos Bermejo. Carlos Bermejo, hombre de cultura artística y de grandes cualidades humanas, padre amante y esposo enamorado, sabe ganarse a la misma gente que antes había asustado con su porte militar y sus dotes de mando, arma de choque y carro blindado de la asociación de artistas alicantinos, honra y gloria del trabajo bien hecho, como han podido comprobar todos los artistas de tú asociación. Ya en otro momento lo dije por que lo sentía y lo quiero repetir hoy en letras mayúsculas, si el trabajo bien hecho debe tener un reconocimiento público, no espero que ningún político llegue a leer esto, pero si entre todos lo hacemos moverse como una ola, tal vez pudiera llegar hasta quien correspondiese y dar un pago a cambio de su trabajo a dos grandes personas, con algo tan modesto y tan grande como que alguien un día pueda leer en el callejero de Alicante CALLE DE LOS ARTISTAS POBLADOR Y BERMEJO ¿a que queda bien? Y ¿a que se lo merecen? Pues que así se escriba y así se cumpla.pepaherrero

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