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jueves, 2 de agosto de 2012

¿ME HARÍAN MINISTRA SI YO LO HICIERA?

Que nadie se llame a engaño, esta historia, es real como la vida misma, tú que eres persona con sentimientos, tú que miras por la marcha de este país, no lo digo yo, lo puedes leer en Wikipedia, aquí hablamos de cosas legales, de las que nadie tiene por qué esconderse. Erase una vez, que en reino de Nolt, hubo un señor que trató de hacer fortuna y como los medios no cuentan, que lo que cuenta es la casilla de resultados, entró a formar parte de aquella empresa tan necesitada y tan querida por todos los españolitos de a pié. Le buscaron un nombre bonito y decidieron que se llamaría tatachiiinnn, INSTALAZA, iba a servir, para que los españolitos comiéramos mejor y la única contraprestación era, que la fabriquita, se iba a dedicar a fabricar bombas de racimo, todos nos pusimos muy contentos, el país entero va a estar comiendo uvas hasta el invierno y de los racimos que sobren, podremos hacer un buen vino. Un buen día nos dijeron que lo de las bombas de racimo, no eran racimos de uvas, eran racimos de “mala uva” y nuestro buen ministro, fue durante unos cuantos años gerifalte y mandamás de dicha empresa tan bonita, por lo que envidiado por los políticos del momento, en vista de lo bueno que era, lo nombraron Ministro de la cosa, cosa que si Dios no lo remedia, va a servir, para que él mismo, conceda a su empresa una indemnización de cuarenta milloncejos de Euros y para que nadie vaya a malpensar (que acertará) la empresita del ministro, venderá su deuda a otros terceros, cuartos y quintos, para que no quede ninguna duda, de que ellos no tienen nada que ver con el asunto, luego, subiremos a los altares al buen ministro y lo llevaremos en procesión hasta Zaragoza, donde desde la peana en la que lo llevemos, lo dejaremos caer con mucho disimulo, a ver si alguna de las bombitas allí fabricadas, le estalla en el cu…y nos reímos como se rio Gila, cuando le pusieron el petardo en la oreja, a la hija del señor alcalde de su pueblo cuarenta millones por daño emergente (el que pudieron hacer las bombas) y lucro cesante (el que dejó de tener nuestro buen ministro q.e.p.d.). Cuando pasados los años, el buen don Mariano, no se encuentre con fuerzas para seguir en la lucha, no lo dudaré ni un momento, usted o su espíritu, serán mi candidato favorito y con su ayuda y con la de Dios, pienso montar una…que las bombitas de racimo, le van a parecer juego de niños con la que podremos liar. Pero por si acaso, señor ministro, Don Pedro Morenés y Álvarez de Eulate, e hijo de…Guecho, si pasa usted por debajo de mi balcón, procure llevar un buen impermeable, que no tengo bombitas para tirarle, pero un buen cubo sin decir el obligatorio ¡!!agua váááá!! Seguro que le cae a la cabeza. Su segura servidora que nunca estrecharía su mano. pepaherrero

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