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jueves, 16 de febrero de 2012

UN RECUERDO PARA XIMET

Cerca de las dos, cuando Pepa ya tenía la comida hecha y la madre de Ximet, lo fue a buscar, no sólo no estaba con ella, Pepa ya tenía preparada la comida para todos y estaba tratando de llamar a su marido por el móvil, pero como siempre él, no se enteraba de nada. Mientras tanto, aunque nadie se enteraba de las llamadas perdidas de Pepa, habían encontrado al gorrión, se habían sentado en la terraza de “LaGamba” y se estaban tomando un refresco con papas, que el gorrión aprovechaba para llevar hasta su nido, donde Doña gorriona, (era la tercera mujer que al gorrión se le reconocía) daba de comer a los tres pichones que con todo su mal genio, exigían más y más. A veces la madre, se enfadaba con los pequeños y les decía ¡si tenéis tanta hambre, id a buscar al borrachín de vuestro padre y que os dé él! Luego, cuando el gorrión regresaba a su casa, era más dulce con él que una pastilla de turrón, pero…Bueno. El caso es que antes de que se enfriara la comida, se presentaron: el marido de Pepa, el gorrión (que pidió permiso a su señora) Ximet, Luna y su dueña, que por no dejarla sola… (Otra que se apuntó) hubo comida de sobra para todos y después de comer, Ximet, sugirió que se podía hacer una excursión por toda la costa hacia el cabo de las Huertas y sin pensarlo dos veces, hacia allí que se fueron, trataron de encontrar la roca, donde se reunían los juguetes del país de los juguetes, pero no fue posible encontrarla, porque al parecer, el padre de Darío y Miguel, se había marchado de viaje y los juguetes estaban todos encerrados en la tienda y no habían podido salir, así que después de recorrer toda la zona y pasar la tarde, regresaron hasta la playa de la “Almadraba” desde donde un ponerse el sol, fue pintado en un santiamén por Pepa y todos sus amigos, se quedaron con la boca abierta, lo que Pepa aprovechó, para ponerles a todos la merienda en la boca, hacerlos subir de nuevo en la catifa de Ximet y hacerle poner de nuevo rumbo a casa de Pepa, donde ya estaban esperando, la dueña de Luna (que buena amiga que resultó) la madre de Ximet, Doña gorriona (que ya estaba mosca) y por si acaso “el Ocaso” dispuesto a cobrar los dos recibos que le debía Pepa. Se despidieron todos los amigos y como siempre, se comprometieron a no tardar tanto en volver a encontrarse, Ximet, propuso que en el próximo viaje, irían a ver a Elena a “Villa Elena” a lo que el gorrión se apuntó enseguida diciendo que ya hacía tiempo, que no había visto ni a Elena, ni a Lolita y si de paso, podía cazar una rana en el estanque, sin que lo viera Don Carlos…pepaherreo

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