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miércoles, 12 de octubre de 2011

UNA DE... AMORES

Cuentan, cantan y comentan, que la luna tiene amores y que la luna, es infiel, pero lo cierto y verdad, es que luna se enamora y quien se enamora vive y todos le han cantado criticando sus amores…Dicen que la luna tiene, amores con un calé…Cuando salga la luna…La luna en el campo al chiquillo. Sí, sí, sí a veces tienen razón, pero luna es muy mujer y tiene un gran corazón. Como puedes pretender, que no ayude al chiquillo con esos quites de luz, si aquel niño en la dehesa, iba a jugarse la vida, mientras huía de los guardias. Qué importa que el niño la olvidara, cuando se vio triunfador y aquella niña gitana, ocupó su corazón.
Son dos amores distintos y no pueden compararse, la niña le daba amor, la luna le daba sangre. Aquella noche en el campo, el niño le prometía que si le daba su amor, con ella se casaría, la luz brilla en la noche va buscando a su zagal y como hay zonas oscuras, no lo puede encontrar. Allí cerca de los jarales, el niño a la niña amó y le dijo que estaría siempre en su corazón.
El tiempo se va pasando y como olvidó a la luna, a la niña olvidó. No dijo “te prometí” que luego dijo que no, dijo que sería su amigo, para así quedar mejor. Tarde de toros y en la plaza, se escuchaba un gran clamor, el niño ahora figura y entre todos el mejor, recibe las ovaciones, por lo bien que toreó. Un clarín suena en la tarde, el sol allí se paró, las gargantas se secaron, entonando una oración. Y en lo alto del cielo, la luna también miró. Padre que estás en los cielos…Vengo a pedirte perdón...Por la lunita de plata…Por la niña que lloró y debajo de los jarales, abandonada quedó. Sopló una racha de viento y el sol desapareció, de la mano de la luna, cantándole una canción. Y en un charco rojo oscuro en el centro de la plaza, aquel cobarde quedó
Pepa herrero

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